SOBRE MI

Soy una joven psicóloga y psicogerontóloga de 25 años que pretende invitaros a la reflexión. Actualmente doy conferencias para varias asociaciones locales y me sigo formando y actualizando a la espera de que algún día encuentre un buen trabajo.

miércoles, 22 de octubre de 2014

El don del perdón

Todos nos hemos tenido que ver alguna vez en una situación personal en la tuvimos que perdonar o nos perdonaran. Las desilusiones, las decepciones, las traiciones… forman parte de la vida y unos lo llevan mejor y otros peor. 

El psicólogo J.A García Higuera expresa muy bien cómo funciona el veneno por la sed de venganza y justicia cuando alguien nos hace daño:

Cuando alguien te hace daño es como si te mordiera una serpiente. Las hay que tienen la boca grande y hacen heridas inmensas. Una vez que te ha dejado de morder, curar una mordedura así puede ser largo y difícil; pero cualquier herida se cierra finalmente. Pero el problema es mucho peor si la serpiente es venenosa y, que aunque se ha ido, te deja un veneno dentro que impide que la herida se cierre. Los venenos más comunes son el de la venganza, el del ojo por ojo y el de buscar justicia y reparación por encima de todo. El veneno puede estar actuando durante muchos años y, por eso, la herida no se cierra, el dolor no cesa durante todo ese tiempo y tu vida pierde alegría, fuerza y energía.



Más allá del concepto religioso que significa perdonar, nosotros aquí, lo trataremos como un concepto terapéutico y que nos ayuda a ser más felices. ¿Para qué sirve seguir pensando cómo me puedo vengar de Fulano? ¿Para qué seguir viviendo con esos recuerdos que solo vuelven a abrir la herida? ¿A quién quiero demostrar nada? Y sobretodo ¿Para qué? .Dicen que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio y que las venganzas al final se vuelven en contra de aquel que las haces.

Algunos psicólogos creen que para perdonar también hay que olvidar. Algunos pensaran que estoy de guasa ya que si para muchos perdonar es difícil, olvidar ya está a otro nivel. Os entiendo perfectamente. Y ya nos os pido que olvidéis sino que hagáis el esfuerzo de perdonar y de seguir adelante. Aunque no lo creáis, no olvidar tiene una ventaja: nos ayuda a mantener la alerta y nos proviene ante posibles amenazas futuras. Ahora bien, si no olvidar implica pensar las 24 horas del día en como vengarme, seguir recordando los hechos, llorar y patalear cada vez que lo hacemos y planear el día del juicio final, estamos yendo por un mal camino.


Personalmente, pienso que lo más difícil a la hora de perdonar es hacerlo cuando esa persona no ha venido a pedirte perdón de un modo explícito y cuando parece no tener ningún remordimiento al respecto. Si han venido a pediros “perdón” alguna vez; consideraos afortunados. La palabra perdón hoy en día se utiliza de uvas a peras. Si estás dentro del grupo de los desafortunados tendrás que trabajar por ti mismo para dejarlo todo atrás sabiendo que el rencor nos lleva a la infelicidad y que quieres seguir adelante sin esa persona. Nadie merece tantas atenciones y menos una persona que te ha hecho daño.

Con el paso del tiempo, podréis o no reconciliaros con esa persona, eso es cosa de cada uno. La reconciliación no forma parte del perdón. Tener un trato cordial es una buena opción cuando la persona que os ha herido va a vuestro grupo de amigos, otra opción es mostrar indiferencia, es decir, tu por tu camino y yo por el mío siempre respetando y sin rencores de por medio. La indiferencia es una palabra dura pero a grandes males grandes soluciones .A lo que me refiero es: esa persona puede estar en vuestras vidas pero no tiene porque formar parte de ella.


No hay fórmulas mágicas; cada uno de nosotros sabe sus circunstancias personales y lo que habéis vivido, lo habéis vivido vosotros. Cada uno sabe lo que es mejor para sí mismo.




Ya no hablo de venganza ni de perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón – Jorge Luis Borges

Perdonar es no odiar, es extinguir el rencor y los deseos de venganza. Es negarse a que el resentimiento siga echando raíces – Walter Riso

Algunas personas suelen creer que odiar a alguien que amaron es una atajo para desprenderse más rápido, nada más equivocado – Axel Ortiz

La venganza te mantiene atado al otro. Recuerda que la mejor venganza es ser feliz – Walter Riso

Aferrarse al odio es como tomar veneno y esperar que la otra persona muera - Buda


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