La infidelidad mental es mucho más que una fantasía sexual ya que es más
bien un engaño de tipo emocional. A
veces, las parejas inmersas en una relación formal duradera se enfrentan a crisis,
aburrimiento o atracciones pasajeras. Hay que entender que aun teniendo pareja,
seguimos teniendo ojos y una persona no deja de parecernos guapo/a o atractivo/a por nuestra condición sentimental.
La situación empieza a ser conflictiva cuando rechazo los encuentros sexuales
con mi pareja, quizás porque ya no me apetece, quizás porque tengo en mente a
otra persona y mi conciencia no me lo permite.
Otro de los síntomas que pueden indicar que existe un problema es la
comparación constante de mi pareja formal con la persona deseada. ¿Qué tiene o
no tiene Pablo que me podría dar Juan? ¿Qué cosa de María odio y Ana no tiene?
Si me permitís, añadiré que nuestra imaginación siempre suele ser mejor que la
realidad y que, como dice la frase, «las comparaciones son odiosas». Asimismo,
es odioso hablar de las personas como si estuviéramos hablando de un producto
de compra-venta, y tuviéramos que comparar que cosa es mejor y cual es peor.
Querer pasar más tiempo con la persona deseada y buscar motivos para verla podría
ser otra pista de que existe un engaño emocional. Puedo querer pasar más tiempo
con una persona porque me siento a gusto con ella, pero… ¿buscar motivos para
verla? Sin duda, esto podría significar que la persona nos empieza a gustar de
verdad.
Si durante estos encuentros empiezo a expresar mis emociones y pensamientos
más íntimos, cosa que antes solo compartía con mi pareja y empiezo a pensar
demasiado en esa persona, quizás debería plantearme que, en efecto, he
traspasado la línea.
De todas formas y obviando todo lo anterior, creo que cuando una persona está
enamorada de otra, lo sabe… Como diría Walter Riso:Cuando una persona está enamorada lo
sabe, lo siente, lo vive en cada pulsación, porque el organismo se encarga de
avisarle. El amor llega como un huracán que rompe todo a su paso.
Si alguna vez nos encontramos en una situación así tenemos que frenar y
pensar antes de decidir nada. No nos precipitemos, no vaya a ser que luego nos
arrepintamos... Es importante valorar si lo que tengo en mi cabecita pensante
son solo ideales o fantasías que están en mi mente o si, de lo contrario, se
han vuelto en algo más real; si esas ideas son cotidianas y están tomando
raíces en mí en forma de amor.
En otras situaciones, puede que esté pasando por una fuerte crisis de
pareja o quizás un estancamiento/aburrimiento y esté infravalorando a mi pareja
y exaltando a todos los demás.
Sea como sea, yo pienso que si hay un engaño emocional hay una «señal».
Señal de que algo no va como iba, señal de que tengo que darle chispa a la
relación, señal de que quizás ya no te quiero…
La cuestión entra en debate cuando nos preguntamos: « ¿el engaño emocional se podría considerar infidelidad?, ¿existe como
tal la infidelidad emocional?». Os invito a que me deis vuestras opiniones
bien a través de mi blog o bien a través de Facebook.
Esto ya es un tema personal, pero desde mi parecer, si no hay sexo físico
no hay infidelidad. Puedo estar pensando en otra persona. Sí. No obstante quizás
sea una atracción pasajera o un lapsus porque mi pareja está en crisis. Una vez
pasado este mal trago, puedo volver a la normalidad con mi pareja y que todo
siga como antes. Será cuestión tuya el querer contarle a tu pareja lo ocurrido, o
no.
Como ya he dicho antes, cuando estás enamorado lo sabes y lo sientes. Como
también sabes y sientes lo que es una simple atracción. Y si no lo sabes, te
doy un último consejo: déjate llevar por la intuición, que a veces es muy
sabia.
¡Espero vuestros comentarios!