No conozco a nadie que no desee ser feliz. De hecho, yo diría que es la meta final de todo el mundo. La felicidad a veces parece esquiva, se oculta y se transforma en cosas que no tienen nada que ver con ella como, por ejemplo, en el dinero o en la cantidad de bienes materiales. Hoy, os daré las 10 claves más importantes de la felicidad a través de un libro que, en mi opinión, transmite bastante bien la idea que yo tengo sobre obtener una felicidad duradera y completa.
Para quien desee más información, el libro se titula Los 10 secretos de la abundante felicidad escrito por Adam J. Jackson. Además, añado que para los que no le guste leer, es muy cortito y muy ameno. No trata el tema de la felicidad como un modo de autoayuda, sino a través de parábolas y de historietas; lo hace muy entendible para todo el mundo.
Allá vamos pues:
Cambia tu actitud: cuando somos pequeños nos educan para ser
negativos y esto, evidentemente, nos ha hecho ser infelices. Si esperamos lo
peor, experimentamos lo peor y al contrario y esto impide tomar conciencia de
las cosas buenas. Una de las bases más importantes sobre las que trabajamos los
psicólogos, aquí os doy la clave y el secreto, es cambiar nuestra forma de
pensar.
Lo que determina
nuestros sentimientos sobre los sucesos que ocurren en nuestras vidas no son
los propios sucesos, sino el significado que nosotros les demos - Adam J. Jackson
Uno es todo lo feliz
que previamente él mismo se ha propuesto ser - Adam J. Jackson
La fuente de la
satisfacción debe surgir de la mente, y quien tenga tan poco conocimiento de la
naturaleza humana como para buscar la felicidad cambiando algo que no sea su
propia disposición, malgastará su vida en esfuerzos inútiles, multiplicando la
aflicción que intenta eliminar - Samuel Johnson
Cuídate: haz
ejercicio y come bien, pero todo sin obsesionarte. Por ejemplo, los expertos
recomiendan solo unos 30 minutos de deporte (si es al aire libre y bajo la luz
del día mucho mejor). Si movemos el cuerpo cambiamos nuestro estado emocional y
mental es por esto que a las personas deprimidas se les suele recomendar hacer
deporte. Ahora bien, esto es muy importante, solo ejercicio aeróbico (nadar,
correr, bailar…) y no anaeróbico (pesas). El ejercicio anaeróbico en lugar de
quemar oxígeno quema glucógeno, que es el alimento del cerebro.
En cuanto a la alimentación, evitar el exceso de café, té y
alcohol (para quien no lo sepa todavía, el alcohol está clasificado como un
depresivo tras la euforia inicial) y se ha demostrado que el aspartamo puede
causar depresión clínica (además, añado, es cancerígeno).
Vive el presente:
pensar sobre el pasado y preocuparse por
el futuro nos priva del presente. El presente lo es todo, es todo lo que
tenemos. Recientemente, he sido consciente de esta verdad que es evidente, pero
que a veces se nos escapa. No somos seres infinitos y vivimos como si lo
fuéramos, como si la muerte no fuera a llegar nunca. Grave error. Como bien
todos sabéis, me estoy especializando en psicogerontología, el hecho de
trabajar con personas mayores me ha ayudado a apreciar el día a día y a
entender que hoy un 27 de marzo de 2013 siendo las 12:01 nunca se volverá a
repetir. Nunca habrá otro ahora. Vive este día como si fuera único. No te estoy
diciendo que te vayas de guateque o que te olvides del pasado o del futuro, eso
evidentemente, sería totalmente disfuncional. El pasado nos ha enseñado y el
futuro se tiene que medio planear. Lo
único que te estoy diciendo es que no vivas en un pasado que nunca volverá o en
un futuro que todavía no está.
Aunque la vida en
este momento tal vez no es todo lo que usted desaíra, este momento es todo lo
que usted tiene - Adam. J. Jackson
Admírate: vivimos en un mundo de complejos que corregimos a través de dietas, deporte u operaciones de cirugía estética, cuando la mejor de manera de aceptar los complejos es trabajar en aceptarse tal y como cada uno es con sus defectos y sus virtudes. No es fácil, lo sé: luchamos constantemente contra un mundo muy basado en el aspecto físico y que siempre nos intenta cambiar. Es injusto, pero nadie dijo nunca que este mundo fuera justo. Y ya no solo hablo del físico, nos respetamos poco cuando nos decimos: ¡qué tonto soy!, ¡fulano es más simpático que yo!, ¡soy demasiado viejo!
El hombre es como él cree que es - Adam. J. Jackson
Si crees que eres un tío genial, que tienes éxito y que la
vida te va bien, te vas a comer el mundo. Las creencias tienen un poder muy grande
en nosotros, tanto que, si tú te ves bien, los demás, a la fuerza, te verán
bien. Acabarás transmitiendo tu mensaje y tendrá mucha fuerza. Ejemplo: cuando
alguien se somete a una dieta y pierde peso liga más. Ahora bien, ¿por qué
creéis que liga más?, ¿por el peso perdido? ¿O porque esa persona ha cambiado
su actitud y tiene más confianza en el mismo y, por lo tanto, se muestra más
disponible y receptivo? Es evidente que adelgazar ayuda, pero al final lo que
prevalece son nuestras actitudes. Esto explicaría, por ejemplo, por qué muchas
personas que no entran en los cánones de belleza de la actualidad ligan incluso
más que otros.
Ponte metas:
tener ambiciones supone algo por lo que vivir. Cuando lo tenemos todo y hemos
logrado todo lo que queríamos, la vida pierde sentido y muchas personas que
llegan a este punto piensan hasta en el suicidio. El autor dice: ¿Por qué tanta gente pierde la salud y se
muere poco tiempo después de jubilarse? ¿Por qué tantos ricos y famosos
terminan siendo drogadictos y alcohólicos?
Ríete: utiliza
el humor ante los problemas y no reprimas la risa. Esta produce una sensación
de felicidad que libera en el cerebro sustancias químicas que crean una especie
de euforia, lo que disminuye el estrés, la ansiedad y la preocupación.
Saber pedir perdón: esta
es otra de las claves de la felicidad que más me gustan.
Una de las cosas que más nos cuesta hacer en este mundo es pedir perdón.
Y quien no sabe pedir perdón, no es feliz. Pedir perdón no es embarazoso, sino
que llena de honra a quien lo hace. Todos cometemos errores y a todos nos gusta
que nos perdonen porque, si no, las relaciones se vuelven imposibles.
No obstante, a veces no es fácil; cuando uno pide perdón, se arriesga a no ser
perdonado o incluso a ser humillado, pero la fuerza de querer hacer las cosas
bien y de sentirse bien con uno mismo tiene que prevalecer sobre todo.
Por otro lado, hay
que saber perdonar. Os preguntaréis: «Mar… ¿pero qué hago cuando perdono
pero no olvido?». No olvidar significa que no has perdonado, y no te culpo. Cuando
nos hacen daño, todas nuestras defensas se ponen alerta contra esa persona y nuestro
cerebro nos dice: « ¡alerta! Esta persona me hizo X, no puedo volver a confiar
en ella, me volverá a hacer lo mismo». Sin embargo, volvemos a lo que decíamos
anteriormente; todo el mundo se puede equivocar y de nosotros dependerá
perdonar o no a la persona en cuestión, dependiendo de la gravedad del asunto y
de la repercusión que haya tenido en ti. Todas las decisiones son respetables,
pero solo te digo que perdonando serás más feliz.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcY0etRf5OSia6AFwT25G-6XlhzfGylBr5ZkgW4BlE2c9jOUOZwMplNbFsKnLfWSIzLQAVa6Kg6E10P4byqWy3ctnqrE8k8lkJaHm2_j4Cry0Y_XsApY_0lG1LtEciBkiH0A3hYBnCBBCB/s320/perdon.png)
Es difícil ser feliz cuando uno lleva en su interior tanto odio y resentimiento - Adam. J. Jackson
Poder de dar:
cuanto más damos, más recibimos. A todos nos da la falsa o real sensación de
que damos más de lo que los otros nos dan. He hablado con muchas personas sobre
esto y todo el mundo me dice lo mismo: «Mar, estoy cansado, siempre doy más de
lo que recibo, nadie piensa en mí». Esto puede ser cierto de un modo parcial,
yo siempre aconsejo que seáis vosotros mismos sin esperar nada a cambio. Algún
día toda la siembra se recogerá doblada. Todo lo que hay que hacer para traer
felicidad a nuestras vidas es darle a otros, aunque sin desmerecernos a
nosotros mismos; todo en un constante equilibrio. No es ninguna casualidad que
las profesiones más satisfactorias tengan que ver con ayudar a los demás, por
ejemplo: enfermeros, médicos o psicólogos.
Es mayor la bendición de quien da, que la de
quien recibe - Adam. J. Jackson
Relaciónate:
somos seres sociales y vivimos en sociedad. No nos podemos imaginar un mundo
sin amigos o sin familia. Las relaciones amorosas e incondicionales hacen que
la vida no esté vacía. Necesitamos hablar, comunicarnos, sentirnos queridos y
necesarios. Fomenta las relaciones y conoce a gente nueva, eso siempre te
enriquecerá.
La calidad de nuestras vidas es la calidad
de nuestras relaciones - Adam. J. Jackson
Ten fe: muy a mi
pesar, le tengo que dar la razón al autor. Yo no soy nada religiosa, pero los
científicos psicólogos han demostrado que la gente creyente es más feliz: sufre
menos depresiones, padece menos estrés y soporta mejor las desgracias.
Ahora mismo, recuerdo a los familiares de una de las chicas que murió en el
Madrid Arena. Su familia era bastante religiosa, de hecho, algunos hermanos de
la fallecida se estaban ordenando para ser curas. Hay que ver la templanza con
la que hablaban en los medios de comunicación; la paz y la tranquilidad que
transmitían. El autor asegura que se puede ser feliz sin tener fe en Dios, pero
que sin ella es difícil lograr una felicidad duradera.La fe vence todas las adversidades y da esperanza y ánimo a aquellos
que la tienen.
Espero que os haya gustado la
entrada de hoy, aunque esto es solo un aperitivo introductorio. La semana que
viene escribiré sobre cómo obtener estas 10 claves de una manera fácil y
sencilla a través de este mismo libro. Creo que por hoy la entrada me ha
quedado bastante completa y no os quiero atosigar más. Ahora, hay que pensar en
lo que he escrito.
Dejadme vuestros comentarios y decidme si os ha gustado o no, si le falta o le sobra algo, etc. En definitiva, lo que queráis y, sobre todo, ¡lo que os haga felices!
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Nota: la entrada sigue en FELICIDAD II.